Un tejado para la casa del Señor – William Faulkner

TÍTULO ORIGINAL: Shingles for the Lord.

AÑO DE PUBLICACIÓN: 1943.

Mi experiencia de lectura

Este cuento fue por primera vez publicado en el diario The evening post en el año de 1.943, esta narración hace parte de los Cuentos reuniods del autor norteamericano William Faulkner y es uno de los primeros con los que se va a encontrar el lector al tener esta selección en sus manos. 

 Este cuento se da en Yoknapatawpha y nos narra cómo Reis Grier y sus vecinos están cumpliendo con un mandado al cual se habían comprometido con anterioridad y en lo trágico que se torna una simplicidad como esta. Este personaje empezó su día un poco mal, ya que se le hizo tarde para llegar a la iglesia puesto que estaba esperando a que otro vecino le prestara una herramienta sin la cual, al parecer, no podía emprender su labor. Desde el mismo momento en el que Res llega los demás hacen comentarios como si él se hubiera inventado el inconveniente para dedicar menos horas de trabajo, lo que naturalmente sabemos que no es verdad; sin embargo los otros no es que demuestren demasiado amor por lo que hacen ya que en la narración se hace referencia a que su ritmo de trabajo es más lento de lo normal. 


Entre discusiones y malos ratos él pierde una especie de apuesta y decide dedicar el día siguiente a la reconstrucción del tejado para demostrar que a él si le interesa contribuir a la comunidad con este bien. Res vuelve en la noche con su hijo para que le ayude a adelantar el trabajo, pero ocurre una gran desgracia, pues no supo escuchar a su mujer que le pedía que no fueran a esas horas ya que no había luz y podían accidentarse en la labor (tenían que ir con una luz de gas); Res estaba quitando las tejas viejas y en una de esas tira al suelo el farol (o luz de gas) que estaba colgado de la iglesia y rápidamente se consume la estructura en llamas. Todos los habitantes corren a presenciar el evento y a tratar de hacer alguna cosa pero, no se pudo rescatar nada de ser consumido por el fuego. El reverendo Whitfield, muy apenado por lo sucedido toma el accidente como un hecho de venganza y premeditado y le dice a sus creyentes que si había que construir un tejado para el Señor, ahora sería una iglesia por completo y todos iban a poner su mejor cara y tiempo, los demás estuvieron de acuerdo a lo que Res responde que él ya ha dado un día de trabajo (parece no entender nada) a lo que el predicador, por su agravio le prohibe ponerle una mano encima a la iglesia, mejor dicho lo expulsa como si fuera una persona non grata. El cuento finaliza con su regreso a casa, su esposa sabe lo que ha pasado, lo vió todo el mundo, pero ya deben dormir y con un largo respiro se va a la cama junto a su marido.

Ahora, para dar mi opinión sobre esta historia, debo decir que como la mayoría de obras de Faulkner que he leído me parecen de una calidad y un valor estupendos ya que logra retratar a esos personajes que poca gente podría entender, la disfruté pero al mismo tiempo me sentí frustrada por que Res hace todo al revés, no entiende el valor de las cosas en cada momento, ni siquiera frente a la catástrofe que armó se le ocurrió fingir, como los demás, que harían lo mejor y dedicarían el tiempo necesario para reconstruir la iglesia sino que se puso a decir que él ya había cumplido, no tiene ni un poco de culpa o empatía. Además, su esposa con ese suspiro antes de irse a dormir muestra exactamente lo que se siente al leer un personaje de estos, no generan rabia sino más bien desconsuelo, simplemente hay gente así que no entiende nada; sin embargo siento pena por ella y su hijo ya que para un pueblo como este la importancia de ser bien vistos y de asistir a la iglesia son casi necesidades vitales y ahora debían estar al margen.

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