Publicado por primera vez en octubre de 1935 en The American Mercury con el título de Uncle Willy. Ha sido republicado en la colección Cuentos reunidos edición DeBolsillo, que es la que yo leí.

Este cuento nos narra la historia, desde un narrador testigo, de un hombre más o menos en sus sesenta años al que todo el pueblo de Jefferson le llama tío Willy. Nos damos cuenta que es alguien que sufre de distintas adicciones a lo largo de la historia que se nos cuenta y al que muchos quieren salvar y ayudar a recuperar para hacerle honor a su apellido, Christian.
Lo que este narrador deja ver es las distintas formas en la que el tío Willy busca seguir con su vida de exceso, una forma de vida que pareciera muy desinteresada de lo que normalmente podría ser importante como andar con buenas personas, casarse con buenas mujeres, cuidar lo que se tiene, entre otros aspectos.

El final es algo esperado de acuerdo con la forma de ser que logra percibirse de Willy, pero no es directamente relacionado con lo que se nos ha contado sobre sus comportamientos.
Yo, al final del cuento, siento que la incondicionalidad frente a cualquier tipo de persona debe tenerse algo medida puesto que yo logré percibir una forma de culpa, tan irracional como la culpa misma ya que cada ser humano toma sus propias decisiones valorando un montón de aspectos concernientes con cada decisión, del narrador quien parece recordar con muchísimo afecto al tío Willy.
Con respecto del estilo y del autor, a pesar de que quiere hacerlo muy desde el punto de vista de quien nos cuenta la historia, conserva toda esa calidad de la que goza la maestría de William Faulkner para la Short Story; la vas a disfrutar te guste o no el tema.

Cuéntame si has leído esta historia y qué tal te parece.
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