Título original: Selected Letters.
Autor: William Faulkner.
Editorial: Alfaguara.
Número de páginas: 648.
Fecha de publicación: Mayo 2012.
Sinopsis
Autodidacta, apasionado, cazador, granjero, padre, hermano, hijo, amigo, honesto, contradictorio y difícil en ocasiones, esquivo, de firmes ideas políticas y éticas, siempre compasivo con el ser humano y burlón consigo mismo, con un sentido del humor que combate la solemnidad y la soberbia del artista, luchando una y otra vez por mantenerse a flote, por mantener a su familia y por preservar lo que ama: así se nos revela Faulkner en estas páginas que recorren su vida entera y la totalidad de su obra, desde la primera inspiración y esbozo hasta el impacto que tuvieron en el mundo literario. A través de estas cartas -muchas de las cuales se traducen por primera vez al castellano-, el lector tiene la sensación de estar leyendo la autobiografía desgarradoramente personal del hombre que cambió la historia de la literatura americana.
Mi experiencia
Es un libro interesante ya que nos relata con detalle algunos de los momentos de la vida de William Faulkner, además de la época y de lo que se vive en Estados Unidos en ese momento. Uno de esos momentos es la lucha de los «negros» por abolir la segregación. Adicional a esto, de los aspectos importantes y relevantes (para mí) como: detalles de sus libros y publicación, estilo y costumbres al momento de escribir son más bien pocos.
En cuanto a las especificaciones, en las cartas con sus editores, si son muy específicas; pero en cuanto a la comunicación con algunos escritores o aprendices de escritor fueron pocas cartas. Sólo tuvo una aprendiz, con la que estuvo escribiendo Requiem for a Nun, y de la que hizo recomendación a su editor y amigo para darle la oportunidad de trabajar con algunas revistas y para que leyeran sus cuentos. Este hecho me mostró a un William Faulkner muy humano y bueno, porque la idea que, a veces, se guarda de los escritores tan reconocidos e importantes como este, es que sean petulantes y egocéntricos, pero Faulkner no era nada de esto. Lo deja ver no solo por cartas con esta mujer, sino por otros sucesos como: rechazar reconocimientos de universidades por que le parecía un poco irrespetuoso con los demás estudiantes y con los profesores.
En conclusión, fue un buen libro más no el mejor, ya que en la mayoría de cartas siempre se hablaba de que Faulkner necesitaba mucho dinero; y está bien, se que en la época este era (al parecer) el único medio de establecer pactos en pagos, y que también permite ver a un William Faulkner con carencias económicas y grandes necesidades; pero se hace un poco cansino que no haya un respiro en ese sentido. Naturalmente es mi opinión encontrar ese aspecto un poco molesto, habrá otros lectores que lo interpreten de una manera diferente (si ese es tu caso, por favor déjalo en los comentarios para conocer tu opinión).

Citas
“Estoy chapado a la antigua y soy además un tanto lunático -había escrito a Malcolm Cowley-. No me gusta que mi vida y mis asuntos privados puedan ser utilizados por todos aquellos que puedan pagar el precio que está marcado en el libro, o porque tienen un amigo que lo compró y se lo va a prestar”. Y: “Mi ambición, como persona reservada que soy, es que me borren y echen de la historia, sin dejar rastro, sin más restos que los libros publicados; ojalá hace treinta años hubiese tenido suficiente perspicacia para prever lo que iba a ocurrir como algunos isabelinos, y no los hubiese firmado. Es mi propósito que, vencidos todos los esfuerzos, la esencia y la historia de mi vida, que en la frase equivalen a mis exequias y mi epitafio, sean ambas: compuso libros y murió”.
“Escribo hasta las dos, como mi panecillo, y vuelvo al Luxemburgo o bien doy un paseo (cuando hace buen tiempo. Cuando llueve, como ha hecho casi durante una semana, me voy a las galerías de arte) y a las siete estoy listo para sentarme de nuevo en la calle y cenar. Sopa, buena sopa, ternera, vaca, cerdo, y algún vegetal, lechuga y queso, siete francos. Luego me voy a uno de los cafés populares a tomar café mientras la gente deambula arriba y abajo. Generalmente escribo de nueve a doce de la noche. Estoy ansioso por volcar esta novela sobre el papel.
“Aquí hace un tiempo pésimo, como siempre. Sin embargo, tengo un barrilito de moonshine y cuatro libras de tabaco inglés, por lo tanto, qué me importa, como dice el poeta.”
“El hombre valeroso no es aquel que no conoce el miedo; el hombre valeroso es aquel que se dice a sí mismo: “Tengo miedo. Decidiré rápido lo que debo hacer, y lo haré”.”
“…en primer lugar trato de contar una historia, del modo más eficaz que se me ocurre, el más conmovedor, el más exhaustivo. Pero creo que incluso eso es incidental respecto a lo que trato de hacer, tomando el resultado (el método) como una totalidad. Cuento la misma historia una y otra vez, que es yo mismo y el mundo. Tom Wolfe trataba de decirlo todo, conseguirlo todo, el mundo más el “Yo” o filtrado a través del “Yo” o bien el esfuerzo del “Yo” para comprender el mundo en que nació y obró algún tiempo y formularlo de nuevo, en un solo libro. Trato de dar paso más allá. Esto, a mi juicio, explica lo que la gente llama oscuridad, el complicado e informe “estilo”, las frases sin fin. Trato de decirlo todo en una sola frase, entre una mayúscula y un punto. Todavía trato de meterlo todo, a ser posible, en una cabeza de alfiler.”
“…la vida es un fenómeno pero no una innovación, la misma frenética carrera de obstáculos hacia nada por doquier, y el hombre suelta el mismo hedor en todas las épocas.”
“El arte es más sencillo de lo que piensa la gente porque hay muy poco de que escribir. Todas las cosas conmovedoras son eternas en la historia del hombre y han sido escritas con anterioridad, y si un hombre escribe con ahínco suficiente, con suficiente sinceridad, con suficiente humildad [y, con el inalterable propósito de no considerarse por ello nunca nunca lo bastante satisfecho], las repetirá, porque el arte, al igual que la pobreza, se cuida de sí mismo, comparte su pan.”
“Soy como una yegua que envejece, que tiene que parir por ejemplo tres veces más antes de que se le acabe el tiempo, y no quiere emplear una de ellas engendrando lo que ella considera (acaso erróneamente) una mula.”
“Ahora estoy haciendo algo diferente, tan diferente que escribo y reescribo, sopesando todas las palabras, cosa que nunca había hecho anteriormente, sino que las arrojaba contra el papel como un aprendiz de empapelador y ya no volvía a mirarlas más.”
“Pon pasión en ello, pero domínala. No trates de decir al lector lo que quieres decir, sino haz que él se lo diga a sí mismo en tu lugar.”
“El 11 de mayo de 1947, el Herald Tribune de Nueva York incluyó extractos del comunicado de prensa de Marvin Black basado en las clases de Faulkner en la Universidad de Mississippi, en el que se decía que Faulkner había dicho que Hemingway empezó una respuesta a Faulkner, pero la abandonó y en lugar de ella pidió a su amigo el General de Brigada C. T. Lanham que escribiera a Faulkner, diciéndole tan sólo lo que él sabía acerca de Hemingway en combate. Un mes después, Lanham lo hizo.” A lo que Faulkner le responde: “Creo que todos nosotros fracasamos (en el sentido de que ninguno de nosotros tiene ya la estatura de Dickens, Dostoievski, Balzac, Thackery, etcétera). Que Wolfe supuso el mejor fracaso porque fue el que tuvo más valor: se arriesgó a que le culparan de mal gusto, torpeza, sensiblería, monotonía: jugarse el todo por el todo a ganar o perder y arruinar los torpedos. Que Dos Passos fue el siguiente pues sacrificó parte del coraje al estilo. Que Hemingway fue el siguiente puesto que no tuvo el coraje de arriesgarse el tipo como hicieron los otros, arriesgarse al mal gusto, escribir con estilo recargado, monótono, etcétera”. Desde luego esto fue elaborado. Yo hablé espontáneamente, sin notas, tal como creía que debía hacerlo, informalmente, no para publicarlo.
En la carta a Hemingway: “Durante años he creído que la voz humana había sido la causa de todas las enfermedades humanas y creía que yo mismo me había librado de hablar. Tal vez sea esta mi lección de despedida.”
“Creo que circula actualmente una reedición de Luz en agosto, ¿no es verdad? Por lo tanto, quisiera que se hiciera una nueva edición de ¡Absalón, Absalón! No sólo porque está agotado sino porque creo que es una de las mejores obras.”
“He esperado dos semanas y todavía no he conseguido sentarme en el sillón del dentista. Hace unos diez años no tuve ninguna dificultad en convencer al Life (o a alguien) de que no quería un artículo sobre mí en su revista y hace dos años costó seis meses y un considerable número de cartas y telegramas el convencer a Vogue de que yo no tomaría parte en un proyecto igual. Sigo sin quererlo, quiero decir, yo como individuo privado, mi pasado, mi familia, mi casa.”
“Mi ambición, como individuo privado, es ser abolido y anulado de la historia, dejándola sin huella, nada de basura, salvo los libros impresos; quisiera haber tenido suficientes facultades hace treinta años para ver el futuro y, como algunos de los isabelinos, no firmarlos.”
“Sigo manteniendo que mis obras impresas son del dominio público y cualquiera puede discutir sobre ellas. Pero mi vida privada y mi cara fotografiada son de mi propiedad y las defenderé como tales hasta el final.”
“Muestre todo esto en acción, diálogos que comporten movimiento, narre la historia desde el EXTERIOR y no desde el INTERIOR. No es un ensayo, recuérdelo. Empiece pensando si podría contarme la historia oralmente, por ejemplo, con una sola frase. Cualquier historia buena puede contarse con una frase, quiero decir la trama, el porqué. Inténtelo de este modo.”
“La pieza está mejor ahora. Ha conseguido escribir la primera frase de un relato de tal modo que quienquiera que la lea deseará leer la segunda. Esta es una buena regla.”
“Considero que el hecho de que alguien que ni siquiera tiene un título de una facultad de letras aceptara un grado honorífico representativo no sólo de la categoría más alta de enseñanza, sino también de un trabajo de postgraduado, desvaloraría y anularía todo el espíritu de la docencia. Sírvase transmitir a la Junta de la Universidad mi más sincero agradecimiento por el honor que se me ha ofrecido.”
“La soledad debería ser un catalizador, que hiciera algo para encender las pasiones universales del corazón humano…”
“Usted debe aprender cómo hacer obras como Jake desde el interior de usted misma, porque los Jakes no son piezas comerciales y nadie puede enseñar a hacerlas desde el exterior. Debe sentir a Jake desde dentro, tal como lo hizo. Para describirlo adecuadamente no necesita instrucciones ni críticas, sino imaginación, ya que ha utilizado para inventarlo, observación y experiencia.”
“Creo que usted ya la ha aceptado: la elección entre el arte y la clase media; tal como le escribí, Jake la ha liberado. No puede ser las dos cosas, y ser un buen artista será duro para usted como miembro de la raza humana. Debe esperar el desdén, el horror y la incomprensión por parte del resto del mundo que no padece la angustiosa necesidad de hacer algo nuevo y apasionado; ningún artista se salva…”
“¿Quién le dijo que usted no podía escribir relatos cortos? Un relato corto es un instante cristalizado, seleccionado arbitrariamente, en el que el personaje entra en conflicto con el personaje mismo o con su entorno. Ambos estuvimos de acuerdo hace ya tiempo en que, junto con la poesía, es la forma de arte más pura.”
“… estas personas que a usted le gustan y entre las que vive no quieren la responsabilidad de crear. Esto es lo que yo entiendo por inmaduros: son como los jóvenes que están todavía en la escuela, que ni siquiera quieren aprobar los cursos con el fin de poder quedarse allí. Pasan por los movimientos artísticos -hablando de lo que van a hacer mientras se toman unas copas, e incluso destrozando papel y lienzos cuando es necesario- a fin de escapar de la responsabilidad de vivir.”
“… permítame decirle una vez más que no soy un conferenciante, no tengo práctica en ello, como tampoco soy un verdadero “literato”, sino un campesino al que simplemente le gustan los libros, no los autores, ni el mundo literario, ni la crítica y valoración de libros.”
“Agradezco sinceramente el honor que me concede la Junta Directiva del Colegio Colby, que debo declinar por la razón siguiente. No fui a la escuela lo suficiente ni siquiera para conseguir un certificado de enseñanza elemental. Para mí recibir un título honorario del Colegio Colby sería un insulto a todos aquellos que han conseguido titulaciones con la larga y ardua devoción con la que siempre debe ganarse cualquier título. Le doy gracias de nuevo por este honor.”
“Ni siquiera cuando era joven y “ansioso” llegué a ser nunca un escritor “por encargo”, por lo que será mejor no realizar ahora este trabajo.”
“Miss Estelle se encuentra bastante bien. Cuando el caballo tropezó con aquella madriguera de marmota, me rompí un diente que aguantaba un puente, me tuvieron que sacar tres más y hacerme un puente nuevo; ahora me siento como si tuviera una ratonera en la boca. Aunque no toco el Jack Daniel, gracias a Dios.”
“… a primeras horas de la mañana del 6 de julio de 1962, William Faulkner falleció de un ataque cardíaco a la edad de sesenta y cuatro años.”
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