
Este cuento está narrado desde el punto de vista del barbero, y la historia se da en su barbería; pues el capitán Torres llega con una barba de cuatro días y mientras es rasurado va hablando con el barbero de su trabajo y le da datos, más bien intimidantes, por ejemplo: que hace unos días agarraron a varios revolucionarios y que los piensa colgar en la plaza pública para castigarlos y amedrentar a los que simpaticen con sus ideologías.